Hace dos años, viernes 6 agosto 2021
Con Darío y Dati de vacaciones me he hecho cargo de la producción de septiembre. Hay mucho material que sacar ese mes, y es básico llegar con todo. Habrá problemas con algunas cosas: materiales de la edición coloreada de Esther por falta de materiales originales (está siendo muy complicado localizar las revistas donde se publicaron las historias en su momento), cerrar el siguiente volumen de Chaykin ya que su agente tarda una eternidad en contestar los mensajes, lo mismo con el siguiente trabajo de BWS, etc. Esta lentitud es algo desesperante, pero es lo que hay (en ocasiones me siento identificado con ese Flash que languidece aburrido en las reuniones de la JLA).
El que haya menos gente en la oficina hace que haya algo más de trabajo, pero se compensa con la tranquilidad extra que hay, que hace que se trabaje más deprisa. Es algo que da que pensar, tal vez tengamos que cambiar algo en el sistema de trabajo.
Igualmente, el lunes 16 tendré que hablar con Dati a su regreso de vacaciones, ya que se ha relajado algo en el trabajo. Son tiempos complicados en medio de la pandemia y demás, pero igualmente conviene reconducir un poco la situación ya que potencial tiene de sobra. En ocasiones creo que debería de estar más encima de las cosas cuando las delego, ofrecer una mayor guía, pero no me da la vida. Sacamos más cosas y eso hace que tenga que dispersar tiempo y esfuerzo. Y tengo la tendencia a pensar que todo el mundo le pondrá las mismas ganas y determinación que yo, que lejos de ver esto como un trabajo lo veo como un modo de vida. Pero supongo que esa vocación actual que hace que esté al pie del cañón las 24/365 ni es exigible a todo el mundo ni todo el mundo está dispuesto a ofrecerlo. Dicho así, parece que sea un negrero que quiere que todo el mundo trabaje sin descansar, espero que se entienda (risas).
Debido a esas ausencias de personal en la oficina, he podido hablar con Enrique Segura, autor de algunos libros nuestros de video-juegos. Normalmente hacían mis compañeros de intermediarios, pero esta vez me ha tocado a mí, y he de confesar que el tipo es un crack. Está muy implicado, tiene las cosas claras y da gusto hablar con él.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2020, 2019 y 2017.
Semana marcada por mis semi-vacaciones en Formentera aprovechando que se puede visitar a precios asequibles por la falta de turistas extranjeros por cuestiones obvias relacionadas con el Coronavirus.
Yo he seguido trabajando a distancia con el portátil, pero de una forma laxa y relajada, que de vez en cuando conviene relajarse.
En Palma, se han vaciado por completo las antiguas oficinas y se han dejado limpias para poder devolver las llaves este lunes. Da un poco de pena. Han sido ocho años y medio allí y hemos pasado todo tipo de aventuras y desventuras. Las echaremos de menos de forma relativa ya que el sitio al que vamos es mejor en todos los aspectos: a apenas 200 metros del actual, mucho más luminoso, espacioso, con ascensor y recepcionista en el edificio.
Al margen, hemos solventado un problema con el segundo libro de fotos de Joan Torrelló. Las imágenes quedaron demasiado oscuras y siendo un libro de fotos resultaba inaceptable ponerlo así a la venta. Es una pena, pero en ocasiones estas cosas suceden. Hay que repetir tirada y en apenas 10 días tendremos la nueva edición.
Eso sí, el libro “Ficha 15” (postales desde la cárcel de un prisionero mallorquín durante la Guerra Civil) ha quedado tan bien que nos estamos planteando publicar una versión en castellano.
Lo más destacable de esta semana de agosto es el, una vez más, compaginar trabajo con vacaciones infantiles. Por suerte, conforme los niños crecen es cada vez más sencillo, y en el momento en que les dejo jugar dos horas al Fortnite de las narices, aprovecho para ir contestando mails y demás.
Por desgracia, por las noches se van a dormir más tarde, por lo que trabajo menos ya que la jornada nocturna queda algo reducida.
Al menos el ritmo de los mails baja ya que mucha gente está de vacaciones. Es increíble cómo se puede llegar a parar tanto un país con la llegada de este mes. Yo he cerrado un viaje relámpago a Avilés la semana que viene para cerrar cosas de la nueva editorial de fantasía juvenil con Jorge Iván. Siempre es bueno ir abriendo puertas, sobre todo si eres de culo inquieto.
Por lo demás, el ritmo de devoluciones de este mes es infernal. Nada nuevo porque el año pasado fue catastrófico. Veremos cómo acaba la cosa este año, porque voy a acabar teniendo fobia y pánico a agosto.
ue encontramos acomodo a esa maravilla que resultó ser Monstruos de Barry Windsor-Smith.
Muchas veces he comentado que la parte más desagradable de este trabajo es el económico, sobre todo cuando no puedes cumplir con las obligaciones contraídas (lo cual suele pasar dado que estamos en un sector a la baja por temas como la piratería, la reciente crisis o la aparición de nuevas opciones de ocio como los canales de Youtube, videojuegos, etc.). Por suerte, por un lado las cosas se han ido estabilizando y por el otro el tema administrativo lo lleva otra persona.
De modo que actualmente creo que lo peor es el tener que tratar con según gente y darte cuenta de la ruindad que existe en el mundo. Seguramente es un tema para un tratado de filosofía y no un blog sobre el mundo editorial, pero es curioso lo particular que es cada ser humano y el modo que tiene de autojustificar sus acciones. Todos, sin excepción, creen (creemos) hacer las cosas imbuidos por la razón, y contra eso poca discusión hay.
Viene a colación todo esto por el haberme tenido que encontrar últimamente con gente en verdad muy desagradable pero que, por una razón u otra tienes que acabar tratando. Por supuesto, por suerte, también acabas encontrando gente maravillosa que te devuelve la fe en el ser humano.
Cambiando de tercio, acabamos de lanzar los Premios de la Crítica, y van 17 ediciones. Estamos intentando equiparar el número de miembros ya que es cierto que el número de mujeres es muy bajo. De modo que esperamos poder corregir ese punto, ya que nada más lejos de nuestra voluntad que caer en cualquier tipo de discriminación ya que el machismo subcutáneo aparece donde menos te lo esperas. Hace ya casi 2 décadas que iniciamos este tema con la revista ‘Dolmen’ y es algo que me hace especial ilusión año tras año.
Por lo demás, ha sido una semana especialmente tranquila. He estado unos días fuera viajando por Segovia, Burgos y Vitoria, y revisando los mails solo por encima. Se ha acumulado el trabajo un poco, pero en ocasiones no va mal desconectar aunque sea solo unos días.
Eso sí, me ha dado tiempo para pensar en afianzar la línea de manuales de dibujar. Al margen de uno de Frank Cho que ya tenemos en marcha, le he pedido a Enrique Vegas entre otros que haga un volumen, y creo que podrían funcionar muy bien. Veremos si dentro de dos años, al publicar estas líneas, la cosa ha salido adelante.
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