Hace dos años, viernes 20 noviembre 2020
Qué de cosas pasan a lo largo de una simple semana. Supongo que es por el hecho de ser tantos trabajando y de todas las novedades que publicamos.
Entre otras cosas, he estado negociando los derechos de muchas cosas nuevas, lo cual hace que el año que viene se presente trepidante. He ido a por otra de las series que me gustaron mucho de joven, Imperio de Trigan, y una obra un tanto complicada pero excelente, “Breathtaker”, muy en la línea de los tebeos que estamos publicando como Howard Chaykin. No la he leído por completo, pero los informes que he recibido son todos muy buenos.
En la oficina ya tenemos casi listo el nuevo cuarto que emplearemos a modo de trastero, aprovechando un pequeño hueco que hay en el recibidor. Nos ayudará a tenerlo todo mucho más organizado. El problema ha surgido cuando hemos ido a perforar el baño para colocar un seca-manos de papel que sustituya a la toalla que usábamos; mira que es grande el baño, pues hemos ido a agujerear la única tubería de agua que pasa por ella. Menos mal que la llave de paso estaba al lado y la hemos podido cerrar de forma rápida para impedir que hubiera agua por todo (agua+papel=muy mala combinación).
Además, hemos dado los primeros pasos para instalar un nuevo programa de contabilidad y facturación que nos ahorrará mucho tiempo. El actual era antiguo y arcaico, y hacía que perdiéramos mucho tiempo. Paqui, la súper administrativa, está muy contenta y emocionada.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2019, 2012 y 2010.
Increíble cómo, desde hace ya bastante tiempo, las cosas se van arreglando siempre a finales de año. Durante meses, por una cosa u otra, resulta complicado cuadrar las cuentas, y de repente en noviembre comienzan a subir las ventas, llegan ingresos atípicos y el duro trabajo de todo el año fructifica.
En nuestro caso, este año ha sido duro por tener que adelantar muchos pagos de la nueva línea de narrativa juvenil (Espiral), que esperemos vea la luz en enero.
La principal novedad estos días es poder dedicarme trabajos de cimentación editorial gracias a que el resto del equipo se dedica al día a día. De esta forma, yo puedo centrarme más en pensar e ir componiendo cosas. Lo que muchos denominan buscar la fórmula mágica, que ya anticipo que no existe (o no he descubierto de momento). El mercado editorial ‑como el del cine, la música y el resto‑, no posee fórmulas mágicas, o al menos no se han encontrado, lo cual no significa que no podamos buscarlas (risas).
Ha sido una experiencia extraordinaria, aunque agotadora. Algo diferente al día a día, compartiendo rutina con buenos actores y encima, con éxito de asistencia, hasta el punto de tener hoy que añadir una séptima función en varias de las obras.
Mañana tocará la representación de todas las obras en el teatro Mar i Terra y daremos el nombre de la obra ganadora por votación popular (unos 4000 votos).
Claro que eso fue a las 20’00, a las 19’00 tuvimos la presentación del Grans Personatges de Mallorca (acabó a las 19’50 y tuve 10 minutos para atravesar Palma, aparcar y llegar hasta la zona de bares donde hacíamos las representaciones!).
Y también ha sido un éxito. Llenazo hasta la bandera, unas 80 personas, que escucharon atentas las palabras de los autores del libro (Toni Planas y Pere Joan), Tofol Vidal (el presidente del IEB que asistía hoy a su último acto institucional antes de jubilarse y que estaba emocionado) y un servidor.
Da gusto irse a dormir así a la cama.
Quedaban unos flecos que hemos negociado pero al final sigue la cosa adelante. Me enterado además de que, oficialmente, ‘La Guerra del profesor Bertenev’ ha sido finalista del Premio Nacional, lo cual ha sido todo un orgullo ya que es algo arduo complicado; sinceramente, me lo suponía cuando nos pidieron esas copias de la Biblioteca nacional, pero era algo que no se solía comunicar, y este año al parecer lo han hecho. Es una obra genial que demuestra que Zapico, su autor, es un genio capaz de hacer historias maravillosas.
Por lo demás, he estado hablando con Sergi Llauger que me ha dicho que al parecer siguen habiendo copias en mal estado de ‘Diario de un zombie’. La verdad es que al estar mezcladas y costar tanto de detectar, está resultando complicado el retirarlas todas. Me sabe mal ya que es un gran tipo y sé que todo esto le afecta bastante. Creo que si sigue por este camino llegará lejos como escritor. A ver si podemos ayudarle en todo lo que podamos como editorial.
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