Revista Dolmen 147

Pero como no sólo de Spiderman vive el hombre, este mes también contamos con una entrevista al editor de Marvel Axel Alonso y un artículo repasando los grandes eventos y sagas de DC de 2007. Y al margen de eso las secciones habituales: correo, noticias, reseñas, columnas de opinión, listado de novedades, etc.

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DESPUÉS DE 52

“Crisis infinita” daba sus últimos coletazos después de meses de especiales, series limitadas y un número considerable de tie-ins, y Dan Didio prometía que 2006 sería un año en que cada colección tomaría su propio rumbo. Se pretendía así dejar descansar a los lectores después de una saga de tan abrumadoras proporciones aunque las cifras recomendaran lo contrario. La serie semanal “52”, a la que bien pocas se pueden reprochar vista con cierta perspectiva, nació con el objetivo de narrar los hechos sucedidos durante el famoso “año perdido”, pero fue derivando en una colección capaz de sostenerse sólo con sus tramas propias. La editorial cumplió la promesa pero, como se podía suponer, las cosas cambiaron en cuanto esta serie llegó a su fin.

Su sucesora, “Countdown”, ha despertado muchas pasiones para bien o para mal, y ha demostrado aquello tan manido de que las comparaciones son odiosas. Mientras este gigante sigue creciendo mes a mes, a lo largo del año pasado DC Comics nos propuso algunas historias que fueron crossovers en toda regla, pero a una escala mucho más asequible que una “Crisis infinita” o una “Civil War”. Se trataba de historias centradas en unos pocos títulos que, como todo evento que se precie, tenían como objetivo último llamar la atención de los lectores. Algunas tuvieron relación con la citada “Countdown”, fuera de forma tangencial (La saga del relámpago, El ataque de las amazonas) o de forma más explícita (la boda de Green Arrow y Canario Negro). Otras fueron más a su aire, como es el caso de “La resurrección de Ra’s Al Ghul” o la joya del año, “La guerra de los Sinestro Corps”.

LA SAGA DEL RELÁMPAGO

Los encuentros estivales entre la Liga y la Sociedad de la Justicia de América forman parte de la historia de DC Comics. La tradición anual que inauguraron en 1963 Gardner Fox y Mike Sekowsky bajo la atenta mirada de Julius Schwartz se prolongó hasta 1985 y dio origen a un buen puñado de aventuras inolvidables. Durante aquellos años, las tramas se desarrollaron sólo en la colección “Justice League of America” porque la JSA no contaba con su propio título. Hubo cruces con All-Star Squadron y con Infinity Inc, pero hubo que esperar hasta 2007 para que la saga se repartiera entre los títulos mensuales de ambos grupos. Básicamente, ésta fue la premisa de La saga del relámpago (The Lightning Saga).

LA PALABRA EN EL MURO

Me dice Vicente: ¿Puedes escribir 1800 caracteres sobre “One More Day…?”, y citando a Quevedo, en mi vida me he visto en tal aprieto. Porque de la polémica saga se pueden escribir libros enteros, ya que es, en muchísimos sentidos, el botón de muestra de todo, o casi todo, lo que va mal en el cómic americano. Así que intentaremos ser telegráficos:

• Niego la mayor. El matrimonio de Peter Parker no es ningún problema a la hora de que yo como lector –soltero y sin compromiso- me identifique con el personaje. Para empezar es que los lectores no nos compramos los comics por identificarnos con los protagonistas. ¿Acaso nos identificamos con todos los miembros de un grupo tan variopinto como los Vengadores a la hora de comprarlo? ¿Con los de antes o con los Nuevos…? Ni me gusta menos Cíclope por casarse con Jean –lo de juntarse con Emma ya es otro cantar…- No compro el título Capitán América por identificarme con Steve Rogers, yo no he viajado 20 años al futuro congelado. Si lo comprara por él, lo hubiera dejado cuando lo mataron, y sigo leyéndolo con más interés que nunca. Absurdo, pues. Por lo tanto, si quieres que el matrimonio Parker resulte interesante, pues consigue a un guionista que sepa hacer interesantes los matrimonios. Punto.