Tras mucho sopesar la situación, desde la editorial consideramos que ha llegado el momento de tomar una decisión al respecto del mantenimiento de los envíos por correo. Y es que, a pesar de haber casi cuadriplicado las ventas online durante la semana pasada (en una progresión mayor conforme van pasando los días), hemos decidido detener por completo la venta online llevada a cabo a través de nuestra web. Consideramos que se trata de una decisión justa y necesaria teniendo en cuenta las circunstancias actuales, la gravedad de lo que está sucediendo en los hospitales y la crisis económica en ciernes que nos afectará –y mucho‑ a todos los componentes de la industria del cómic en España.

Y no se trata solo de poner en riesgo la vida de otras personas, porque es obvio que tomamos en todo momento las medidas necesarias al respecto y somos conscientes de que el virus no es capaz de sobrevivir en el cartón más de 24-48 horas, etc. Se trata más en el fondo de principios morales y solidaridad básica.

Y todo se resume en que en estos momentos nuestro trabajo NO es vender online. Seguir con esa política resultaría desleal para con nuestros aliados los libreros.

De modo que mientras dure toda esta crisis, os informamos de que Dolmen no realizará más envíos por correo. Eso se lo dejamos a los profesionales que puedan ejercer esa función en estos momentos. Además, Dolmen ha cerrado desde esta mañana sus oficinas y cada uno llevará a cabo su trabajo desde casa con las mismas ganas e ilusión que siempre, a la espera de que esta pesadilla pase, podamos retomar la normalidad y regresar a nuestras vidas.

Nuestra labor será la de concentrarnos en preparar la novedades del mes que viene, o de cuando sea que puedan ver la luz, para tenerlas listas y dispuestas para los libreros. Imaginamos que se trata de una decisión errónea desde el punto de vista empresarial, que estamos dejando escapar un importante nicho de negocio en el que podríamos consolidarnos. Pero esa no ha sido nunca la política de Dolmen, más cercana a nuestros lectores y libreros, a los que en muchos casos sabemos que podemos denominar como ‘amigos’.

Poco más, simplemente desearos a todos la mejor de las suertes en esta enorme aventura-pesadilla que nos está tocando vivir y que recordaremos por siempre. Recordad que ya queda menos y que en estos momentos estamos todos en el mismo barco. Muchos ánimos porque ya queda menos y en breve habremos aplastado al puñetero bicho ese, que no conoce de nacionalidades o posición social.

Nota (por poner algo de humor al asunto, si es que eso es posible): Obviamente, las próximas novedades de Dolmen saldrán con algo de retraso a lo anunciado en su momento. Esperemos poder retomar el ritmo a finales de abril, entre otras cosas con el esperado Dolmen #299.

Vicente García