Efectivamente, lo cierran, la caída de UM del Gobierno Balear ha hecho que hayan tirado por tierra una institución creada en el pasado por el PP de Matas. Los políticos son así, no lo pueden evitar.

Me dan pena. Y me reafirma en mi sentido apolítico de las cosas. Creo que en las próximas elecciones votaré en blanco o a algún partido minoritario, porque el resto, son mismos perros con distintos collares.

Están todos alineados a la voluntad del partido, se creen henchidos de razón y no son capaces ni de ponerse de acuerdo en mitad de una crisis. Y luego querremos que judíos y palestino se pongan de acuerdo cuando no somos capaces de limpiar nuestra casa. La vocación general de los políticos se ha transformado en una lealtad al partido, en la búsqueda de medidas sociales cuyo único fin es buscar votos que les perpetúe en el poder. Con honrosas excepciones, claro.

Han logrado pervertir la democracia, la vilipendian con cada decisión que toman. Retuercen hasta el surrealismo la ley para lograr pactos sinsentido y se creen por encima de quienes los escogen. ¿Democracia? Estamos en manos de un sistema político que lo es todo menos democrático; al final gana el que tiene más dinero para montar la mejor campaña, el que logra motivar a sus electores a votarle.

Es lo que hay.

Mañana más, porque la gente que trabaja allí en el Institut vale mucho la gente (les hemos ido conociendo bastante estos años, conforme íbamos juntos al Saló)
Menudo cabreo.

Nota histórica: El Institut se salvó, otras instituciones similares no. Eso si, quedó mermado de sus funciones. Por cierto, en estos dos últimos años hemos conocido a algún que otro buen político y política (pocos), pero precisamente porque se preocupan de su trabajo y no de su lealtad al partido.