En un mes habremos cambiado de lugar de trabajo (dejamos las oficinas), de método de trabajo (todo el mundo freelance), de distribuidor en librería generalista (Tandem en vez de UDL), de imprentas (tras lo sucedido con Aleu dudo que nada vuelva a ser lo mismo y hoy he enviado un paquete a un agente de imprentas con el que ya trabajé antes y que nos llevará las cosas) y, acabo de acordarme, de gestor, ya que ha surgido la oportunidad de que la cuñada de mi mejor amigo nos lleve los papeles, y la chica es una verdadera fiera llevando papeles y gestionando las cosas.

Supongo que es la vida. Para alguien como yo que dice gustarle la rutina creo que, hablando mal, he mandado la actual a tomar por el culo.

No sé si irá mejor o peor la cosa, simplemente sé que con la forma de trabajo que llevaba no íbamos a ningún sitio.