Esta semana casi todo han sido buenas noticias. Por un lado, hemos conseguido llegar a los objetivos financieros del mes, y con una novedad publicada menos de lo previsto, y que se retrasa hasta la semana que viene. Y es una buena noticia, porque se trataba del mes siguiente a recuperar un poco la normalidad, y resultaba complicado prever cómo saldría la cosa y cómo reaccionaría la gente.
Cuando uno echa la vista atrás, en lo que al confinamiento se refiere, parece todo tan extraño, tan raro. Qué algo así haya pasado, una pandemia mundial. Increíble. A ver lo que queda para dejar esto atrás y qué pasa con la vacuna de la que se habla.
También hemos conseguido que la Revista Dolmen 001 fuera a imprenta, y he de decir que ha quedado genial. Un número espectacular de relanzamiento, dedicado a Carlos Pacheco y por el que las librerías parecen dispuestas a apostar. Nosotros los pondremos a 1 euro y triplicaremos la tirada.
Pero lo más importante es el ritmo al que han ido las obras de reforma en las nuevas oficinas. La gente que ha estado trabajando allí ha volado: pintor, electricista, albañil, aires acondicionados… Tanto es así que creo que podremos instalarnos antes de lo previsto, en unos 15 días.
Y he de confesar que me encanta cómo está quedando todo, el ambiente puede estar muy bien. Todo será nuevo, tendremos más espacio… Será bastante emocionante.
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