Y pasó el primer mes del año. Volando, como cada vez es más habitual.

En lo positivo, la novela de ‘El libro de Sarah’ se está vendiendo muy, muy bien, haciendo valer todo el esfuerzo que le dedicamos el año pasado. Ya estoy de pleno con el segundo, revisándolo, y tomando nota de todas las críticas que se hacen para intentar ir mejorando en la medida de lo posible.

Es curioso, pero el éxito en este país está peor visto cada vez. Me llegan ya voces de gente que se queja precisamente de haberle dedicado tanto esfuerzo a ese libro, sin comprender que con todo el dinero que estamos ganando con ello ayudará a la supervivencia editorial.

Y menos mal que ese libro (y otros) funciona, porque la inversión editorial que hemos hecho en Sudamérica ha sido tan grande que ahora tenemos un gran problema de liquidez que nos afectará a lo largo de los próximos meses.

Ya tenemos cerrado la línea Al Límite, con nuevas series, y nos ha llegado el primero de la colección, ‘Historias sin Héroes’. Es sencillamente genial, me lo releí con tranquilidad ayer y lo disfruté como un enano.

Desde Angouleme, Marta Ferre nos ha representado. Yo no podía ir, demasiado trabajo aquí y muchos otros lugares donde invertir el dinero. Creo que lo ha hecho bastante bien por lo que dice ya que entre otras cosas, parece que ha asegurado una serie para Fuera Borda por la que llevo mucho tiempo detrás, aunque tendrá que ser para más adelante, cuando en Francia tengan la serie de integrales en marcha.