Espero que lo del juicio de la imprenta se pueda arreglar pactando un pago razonable a la realidad (es la imprenta por cuya culpa estamos en el RAI, con el quebranto económico-financiero que eso supone en los días que corren), ya que eso nos dejaría mucho margen de maniobra para seguir adelante.

La abogada demandante, ayer, parecía más interesada en visitar la isla junto al administrador concursal (abogado también) que en dialogar, pero mi abogado logró pararles y establecer un pequeño diálogo. Fue entonces cuando discutieron, recordándoles mi abogado que no estaban en condiciones de dar lecciones de moral estando en concurso de acreedores.

Sea como sea, una situación desagradable en general que espero se solvente bien.