La entrevista en Barcelona con la Fundación de Pascual Maragall ha ido muy bien y casi nos han garantizado el prólogo, si no de Maragall de su mujer; la chica con la que hemos hablado ha tenido un trato exquisito, muy profesional, y realmente creo que mejor no podría haber ido.

Les hemos mostrado algunas muestras de material de Dolmen y ha estado encantada con el material.

Tras una vuelta por la Barceloneta y una comida que mi lado freaky futbolero ha disfrutado como pocos (por delante de nosotros ha pasado el autobús del Barça y en la mesa de al lado estaba sentado nuestro único balón de Oro, Luis Suárez, al que no le he pedido sacarme una foto junto a él de puro milagro), hemos estado hablando del futuro de Órbita y nuestros futuros planes juntos.

Por si fuera poco, me han llamado para decirme que el libro sobre el Guerrero del Antifaz estaba listo y he podido ver que las ventas de enero van viento en popa.

Y para rematar, un Madrid-Barça a las 22’00, que aunque ha acabado con la eliminación del Real Madrid de la Copa, ha sido un partido magnífico donde se ha vuelto a ver la verdadera cara de los merengues.