Con sólo descargar las estanterías de la oficina que estamos dejando ya estoy roto, no quiero saber lo que será tener que subir las cosas hasta el tercero sin ascensor donde están las nuevas oficinas.

Ocupamos dos pisos, el tercero y el quinto, que es el ático, con una terraza espectacular con unas vistas preciosas. Fue una de esas oportunidades que surgen de vez en cuando. La dueña de la finca no está por dinero, teníamos enchufe y nos lo ha dejado muy barato. Está en medio de Palma, tiene unas vistas espectaculares, y es un lugar con estilo, vigas vista incluidas. Eso sí, un tercero sin ascensor que nos hará rejuvenecer a todos.