Lo cierto es que aunque puso bastante empeño y ganas, no acababa de encajar en el perfil de la persona que buscábamos. En el fondo es culpa mía por no haberlo visto cuando la entrevisté, y me sabe fatal por ello.

Han sido dos meses invertidos en explicarle todos los procedimientos que no han servido para nada en el fondo y eso tampoco me ayuda en momentos como éstos en que todo me estresa y crea ansiedad.

Quién sabe, al final será que no sé trabajar con alguien al lado (aunque espero realmente que se trate únicamente de no haber sabido dar con la persona adecuada o que las circunstancias no han acompañado).

Para colmo, por asuntos personales graves, Jaume me ha dicho que seguramente dejará el Dolmen, y lo cierto es que le entiendo. Me ha dicho que son muchos años (18, desde el principio), pero en el fondo sé que se trata de ese asunto familiar que le tiene a maltraer.